sábado, 27 de febrero de 2010

MI "VIDA" A LOS 40

Hola, me llamo José, ahora con 40 años, estoy casado y tengo un hijo que se llama Esteban que pronto cumplira 10 años.
Trabajo de periodista deportivo en el periódico "Mundo deportivo", después de estudiar cinco años una larga pero merecedora carrera de periodismo en la Universidad "Carlos III" de Madrid, el esfuerzo y las ganas que puse en aquel momento, han tenido sus frutos.

Cuando terminé mis estudios en la Universidad, encontré un trabajo para el periódico "El Mundo", en el que me fue muy bien y en el que estuve durante seis años. Poco después conocí a mi mujer con la que conecté desde el primer momento, fue como un amor a primera vista y, desde aquel momento, personalmente comenzaron los mejores años de mi vida. Un año después me casé con la que ahora es mi mujer, tuvimos un hijo y recibi una oferta por un periódico deportivo muy conocido, "Mundo Deportivo", acepté de inmediato porque las condiciones eran muy buenas; puesto fijo, un salario muy convincente...Nada podía ir mejor, con el dinero que ganaba y con el de mi mujer y un par de préstamos, ahorramos durante una temporada hasta conseguir el dinero necesario y un poco más para comprar un chalet a las afueras de Madrid.

A medida que el tiempo pasaba todo iba a mejor, mi hijo cada vez era mas grande y empezaba a pedir cosas, muchas cosas... Yo le daba y le doy todo le que me pida con tal de que no le falte nada. A mi mujer la quiero mas cada dia que pasa y gracias a su apoyo recibí un premio en el cual me reconocian el trabajo realizado durante un año.

Ahora que todo me va bien me y gustaría trabajar en en algún periódico de otro país, Estados Unidos, Reino Unido... pero eso ya se vera con el pasar tiempo.

Al escribir este texto me doy cuenta de que para llegar a realizar todo esto que ahora mismo es ficción, debo esforzarme mucho más y no desaprovechar los estudios que ahora estoy recibiendo. Sé que si lo consigo, me aburriré como en todo los trabajos, pero me aburriré haciendo algo que me guste.

viernes, 12 de febrero de 2010

FÚTBOL, PASIÓN DE MULTITUDES


Sabemos que la violencia en el fútbol es un fenómeno frecuente. La conducta del hincha es un modo de ser que imita al hombre primitivo que de la misma manera se defendía de las fieras o de sus enemigos congéneres, con la diferencia que ellos protegían sus vidas y los concurrentes a las canchas sólo defienden una camiseta.

En un partido, cualquiera que sea, se pone en evidencia la carga emocional que muchos arrastran de otras cuestiones personales que no tienen que ver con el deporte.

El fútbol, pasión de multitudes, cuya principal protagonista es la pelota, lleva a sus adeptos a arriesgar la vida sorteando proyectiles que vienen desde todas direcciones;
expectativa menor para un concurrente habitual porque también puede ocurrir que incendien las tribunas, tiren bombas de estruendo, se trencen en peleas sangrientas o provoquen graves avalanchas con consecuencias inimaginables.

Como suele pasar cuando la gente tiene la oportunidad de perderse en el anonimato de las masas, nunca alguien es responsable de los inexplicables hechos que ocurren en una cancha.

La conducta en los estadios se asemeja a una recreación moderna del circo romano, cuando el derramamiento de sangre se festejaba con gran entusiasmo.

El análisis del comportamiento de las multitudes deja al descubierto que ciertos hombres aprovechan para hacer las cosas más terribles cuando saben que pueden salir impunes. La multitud modifica la conducta individual porque pueden hacer todo aquello que jamás harían estando solos.